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Siempre me han obsesionado los “cómos”, tal vez por eso escogí como profesión la Ingeniería Química, que es netamente una ingeniería de transformación y de procesos.

Sin embargo, fue durante el inicio de mi carrera profesional en desarrollo de productos nuevos, cuando escuchaba recurrentemente dos cosas: “Hay que innovar” y “los ingenieros no son creativos, son cuadriculados”, cuando realmente me interesé por buscar “cómos” que contestaran la pregunta de “¿cómo innovar*?”.

Indagando las metodologías más populares

Este interés y la fortuna de poder aprender y trabajar directamente con reconocidos consultores internacionales, me llevaron utilizar muchas metodologías y herramientas con posicionamiento a nivel mundial (más de 50 en mi ultimo inventario).

Hoy quiero compartir con ustedes un pequeño resumen de algunas de ellas (Descargar aquí resumen metodologías de innovación) – las más conocidas – pues después de mucho acumular “cómos”, vi que casi todas las metodologías comparten patrones comunes. Por eso, más que usar una u otra herramienta, es mucho mas importante entender una forma de pensamiento que puede llevar a la innovación (lo que para mi significa resolver un problema que importe y generar valor económico, social, emocional, etc.).

Casi cualquier proceso o modelo de innovación se describe en términos de etapas (que no son necesariamente consecutivas ni lineales), algunos procesos son más rígidos, otros más “ágiles”. Para fines de entender el proceso y generar conversación propongo diez etapas y cómo algunas de las metodologías más conocidas se alinean a ellas. Ese conjunto de etapas es lo que desde mi punto de vista, constituye una “manera de pensar y de actuar”, un conjunto de hábitos que permiten en entender el entorno y buscar maneras de hacerlo mejor.

Me animo también a compartir este pequeño resumen porque escucho cada vez más en las empresas la pregunta: “¿qué nuevas metodologías/herramientas hay?” y también recibo “recomendaciones” para que desarrolle nuevas metodologías y esto me resulta un poco preocupante. Genuinamente creo que la dificultad para innovar (Resolver un problema que importe y generar valor económico, social, emocional, etc.), no se encuentra en conocer una u otra metodología, no es la falta de nuevas metodologías, sino temas más profundos como el liderazgo y alineación estratégica lo que representa el verdadero reto a la hora de innovar.

Las herramientas están ahí para aprovecharlas: ayudan, sirven, se pueden combinar, usar en diferentes momentos y para diferentes retos. Mi única recomendación es no enamorarse de ninguna en particular.

Adicional al resumen de herramientas/metodologías, comparto algunos resultados de una encuesta realizada con aproximadamente 100 personas que han trabajado en innovación (en producto principalmente) a quienes pregunté cuales eran las metodologías que mas usaban y para qué.

Descarga aquí el resumen de herramientas

Me gustaría escuchar sus experiencias de uso de estas (y otras) herramientas. Tal vez si elevamos nuestro conocimiento individual y compartido sobre los “cómos”, las organizaciones puedan concentrarse más en los “por qué y los “para qué” innovar (ayudando también a que la palabra Innovación tenga más peso y deje de ser tan “etérea”). Las herramientas (y los procesos) por si mismos no hacen que una organización sea innovadora – son habilitadores – elevan nuestra capacidad de poder hacer. Sin embargo el mejor proceso o una caja de metodologías mas completa, sin tener propósito, estrategia y sin el liderazgo personal necesario, no genera resultados.

Pueden comentar sobre este post o escribirme a mi correo info@sandraperezbotero.com. Si les resulta interesante y de valor, por favor déjenme saberlo, me gustaría ir comentando una a una la experiencia con cada herramienta.

* Innovar: Demasiadas definiciones para esta palabra – la mía es: “Resolver retos que importen y generar valor económico, social, emocional. Etc.”

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